
23 Jul UN DEVOTO VISITA A BABAJI EN ESPÍRITU – HERMANA PRIYA
BABAJI: «Hija Mía, debes comprender lo siguiente: no es necesario que ningún devoto acuda a este lugar para encontrarme. Cualquiera que se recoja en su interior con profunda devoción, llamándome y creyendo en mí, recibirá mi respuesta «.
En Sólo Amor, por Daya Mataji
“Una muestra de lo que puedes tener”
Había un discípulo que era nuevo en el sendero; había escuchado al Maestro hablar sobre el ojo espiritual, pero nunca había tenido la experiencia de verlo. Finalmente rezó a Guruji y dijo: «Simplemente no lo entiendo. ¡Vas a tener que mostrármelo!» Se convirtió en una obsesión para él, y un día, meditando, de repente vio una hermosa luz en su frente. Permaneció con él todo el tiempo, incluso cuando no estaba meditando, y sabía que era una gran bendición porque lo hacía sentir tranquilo y calmado … y permaneció con esa experiencia durante tres días. Durante este período descubrió que cada contacto que tenía con otras personas era bendecido con una armonía, compasión y comprensión sin esfuerzo… y luego desapareció. El Maestro dijo que tienes así una idea de lo que puedes obtener, y luego tienes que trabajar para que se quede permanentemente. Pero incluso una pequeña prueba vale la pena, ¿no?
Un devoto visita a Babaji en espíritu
He estado aquí en el ashram durante mucho tiempo y he conocido a muchas personas que han probado lo que todos podemos experimentar…
Cuando estamos dispuestos a olvidar todo lo demás y enfocarnos en Dios, pueden suceder cosas hermosas y maravillosas. Les daré un ejemplo: hubo un hombre que asistió a su primera meditación navideña de todo el día, y durante el servicio escuchó una grabación del Maestro que hablaba de los Grandes Seres. La charla lo inspiró profundamente y le hizo pensar en Babaji. Se fascinó con Babaji, y recordó la historia en la Autobiografía sobre el discípulo que se sometió a una prueba severa para ser digno de estar en presencia de Babaji.
Sabía que Babaji tenía un grupo de discípulos en el Himalaya y que el Maestro había dicho que había algunos discípulos estadounidenses en ese grupo. Un profundo anhelo de estar con el grupo de Babaji creció dentro del hombre, y el anhelo se hizo tan grande que no quiso respirar.
Le invadió una gran quietud y, de repente, se vio envuelto en una bola de luz. Luego vio su cuerpo en posición de loto, el cual parecía estar moviéndose naturalmente a través de una gran distancia, y descendiendo a una cueva. Dentro de la cueva vio un grupo de yoguis en un círculo, en meditación profunda. No había iluminación dentro de la cueva, y ninguna era necesaria debido al resplandor que emanaba de ellos. Estaban conscientes de él, e hicieron un lugar para él dentro del grupo, y su cuerpo se quedó directamente enfrente de Mahavatar Babaji. Se sintió aceptado y bendecido por Babaji.
Poco después se dio cuenta de que no iba a poder mantenerse en ese estado. Lo intentó, pero no pudo aguantar, y de repente se encontró de nuevo en la sala de meditación con otros devotos en la meditación de Navidad. Esta experiencia lo convenció de que necesitaba absorberse en meditaciones más largas y profundas para expandir su conciencia e ir más allá de la identificación del cuerpo.
Esto es algo que todos podemos experimentar.
«Sólo tenemos que trabajar por ello»
A veces, el Gurú nos brinda este tipo de experiencias, y lo hace más real: sólo tienes que trabajar para ello. Tráelo a todos los aspectos de tu vida, incluso cuando las cosas se pongan difíciles.
Hermana Priya, notas de un devoto en una Convocación
“El ojo espiritual – esta es nuestra santa peregrinación”
¿Dónde vive Guruji? Él está en el ojo espiritual y en nuestros corazones, esta es nuestra santa peregrinación.
Si realmente quieres encontrar a Dios, deberías tener esta actitud, que cada meditación es un sagrado peregrinaje al lugar donde vive Babaji, donde vive Guruji. Cada meditación debe ser santa. Toda meditación es sagrada, porque vas a los pies de tu Gurú, de Babaji y los Maestros, quienes conocen a Dios.
Extractos de Meditación: El fundamento espiritual de nuestras vidas – por el Hermano Vishwananda, notas del devoto
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