Reseña biográfica de Paramahansa Yogananda“

 

 

“La presencia de Yogananda en este mundo fue como una resplandeciente luz que brilla en medio de la oscuridad. Un alma tan grande sólo viene a esta tierra raramente, cuando existe una verdadera necesidad entre los seres humanos”.

Su Santidad el Shankaracharya de Kanchipuran (1894-1994), venerado lider espiritual de millones de personas en el sur de la India.

 

 

Paramahansa Yogananda ha llegado a ser conocido como el Padre del Yoga en Occidente, no sólo porque fue el primero de los grandes maestros espirituales de la India que vivió durante muchos años en Occidente, sino también, y en especial, por su mensaje universal para todos los seres, independientemente de sus creencias, raza, nacionalidad o cualquier otra característica diferenciadora. Él trajo a Occidente una profunda y liberadora enseñanza, y también, los medios por los que hacer realidad esas enseñanzas en nuestras vidas diarias. Él nos ha dado técnicas científicas específicas para lograr una experiencia personal y directa de la Divinidad en nuestros propios seres.

Yogananda fue elegido por Mahavatar Babaji y su línea de Gurús para diseminar el Kriya Yoga, la ciencia de la realización del Ser, por todo el mundo. Kriya Yogaes una técnica que permite aquietar el tumulto de las percepciones sensoriales, capacitando al hombre para identificarse cada vez más profundamente con la Conciencia Cósmica.
Paramahansa Yogananda era un ser excepcional, cuya venida al mundo se produjo en un momento especial de la evolución de nuestro planeta: en los comienzos de la era de Dwapara Yuga (ver Autobiografía de un yogui, en el capítulo “Cómo dominar la influencia de los astros”), la edad de bronce de los griegos, caracterizada por el desarrollo eléctrico y atómico. Su mensaje se está extendiendo cada vez más, entre las almas receptivas de los buscadores de la Verdad. Y seguirá expandiéndose. Cuando Mahavatar Babaji le dice a Yogananda que él era el elegido para difundir la ciencia del Kriya Yoga, afirma a su vez: “El Kriya Yoga, la técnica científica de realización para conocer a Dios, terminará por difundirse en todos los países, ayudando a armonizar a las naciones por medio de la percepción personal y trascendental que el hombre obtendrá del Padre Infinito”.

PRIMEROS AÑOS

 

Paramahansa Yogananda nació el 5 de enero de 1893, en Gorakhpur, India. Su nombre de familia era Mukunda Lal Ghosh. Sus padres eran discípulos de Lahiri Mahasaya. Este gran Maestro fue el instrumento por el que elKriya Yogase reintrodujo en la India moderna. Durante el parto, la madre de Yogananda tenía agudos dolores. Fervorosamente clamaba a Lahiri Mahasaya. De pronto, una luz celestial llenó la habitación y desde el centro de una concentración de rayos, emergió la forma de Lahiri Mahasaya. Los dolores desaparecieron instantáneamente. La luz divina continuó iluminando la habitación hasta que Yogananda nació

Cuando Yogananda era un niño en brazos de su madre, Lahiri Mahasaya le dio su bendición y predijo lo siguiente: “Madrecita, tu hijo será un yogui. Como un motor espiritual, el conducirá a muchas almas hasta el Reino de Dios”.

Desde su más tierna infancia fue evidente que su vida estaba destinada a cumplir un propósito divino. Quienes le conocieron más íntimamente recuerdan que, incluso desde niño, él poseía un extraordinario conocimiento y experiencia en el campo espiritual. De joven dirigió sus pasos hacia muchos de los santos y filósofos de la India, con la esperanza de encontrar un maestro iluminado que le guiase en su búsqueda espiritual.

Fue en 1910, a la edad de diecisiete años, cuando conoció y se hizo discípulo del venerado Swami Sri Yukteswar Giri. Sri Yukteswar le dijo al joven discípulo que había sido elegido para difundir la antigua ciencia del Kriya Yoga en América y en todo el mundo.

Después de graduarse en la Universidad de Calcuta en 1915, Mukunda tomó los votos como monje de la venerable Orden monástica de los swamis, momento en el cual recibió el nombre de Yogananda (que significa felicidad, ananda, a través de la unión divina, yoga).

 

COMIENZO DE SU MISIÓN MUNDIAL

 

Yogananda comenzó la obra de su vida con la fundación, en 1917, de una escuela para chicos basada en el “arte de vivir”, donde los métodos educativos modernos se combinaban con la formación e instrucción del yoga en los ideales espirituales.

Un día de 1920, mientras meditaba en la escuela de Ranchi, Yogananda tuvo una visión divina, en la que se le mostraba que había llegado el momento de comenzar su trabajo en Occidente. De inmediato partió hacia Calcuta, donde al día siguiente fue invitado a participar como delegado de la India en un congreso internacional de líderes religiosos que se celebraría ese mismo año en Boston.

 

El joven swami llegó a Boston en septiembre de 1920. Su primer discurso, impartido en el Congreso Internacional de Religiosos Liberales, trataba sobre «La Ciencia de la Religión», y fue recibido con gran entusiasmo. Ese mismo año fundó Self-Realization Fellowship para difundir en todo el mundo sus enseñanzas sobre la antigua ciencia de la India y la filosofía del Yoga.

Durante  los siguientes próximos años, dio clases y conferencias en la Costa Este de Estados Unidos; y en 1924 se embarcó en una gira por todo el país. Llegó a Los Ángeles a principios de 1925, donde estableció la sede internacional de Self-Realization Fellowship en la cima de Mount Washington, la cual se convirtió en el centro espiritual y administrativo de su creciente obra.

De 1924 a 1935, Yogananda viajó extensamente y dio multitud de conferencias, hablando ante audiencias que colmaron muchos de los más grandes auditorios de América.

Yogananda hacía hincapié en la unidad subyacente a todas las grandes religiones del mundo, y enseñaba métodos de aplicación universal para la consecución de una experiencia directa  y personal de Dios. A los estudiantes más interesados en sus enseñanzas les impartió las técnicas del Kriya Yoga, para el despertar del alma, iniciando a más de 100.000 hombres y mujeres durante sus treinta años en Occidente.

 

REGRESO A LA INDIA

En 1935, Yogananda regresó a la India para una hacer una última visita a su gran gurú. Sri Yukteswar que falleció el 9 de marzo de 1936.

Durante el año que duró  la estancia de Yogananda en su tierra natal, dio clases y la iniciación en Kriya Yoga en ciudades de todo el subcontinente indio. También mantuvo encuentros con Mahatma Gandhi, quien solicitó la iniciación en Kriya Yoga; con el Premio Nobel de física Sir CV Raman, y con algunas de las más renombradas figuras espirituales de la India, incluyendo a Ramana Maharshi y Anandamoyi Ma.

Fue durante este año cuando Sri Yukteswar le otorgó el título espiritual más elevado de la India, “Paramahansa”. Literalmente «Cisne supremo» (símbolo del discernimiento espiritual), este título se otorga a quien se halla establecido en el máximo estado de unión con Dios.

Mientras estaba en la India, Yogananda aseguró las bases permanentes para su obra allí, Yogoda Satsanga Society of India. Desde su sede central en Dakshineswar (en la rivera del Ganges cerca de Calcuta) y el ashram original en Ranchi, la sociedad sigue creciendo hasta hoy -con las escuelas, ashrams, centros de meditación, y las obras de caridad en todo el subcontinente.

A finales de 1936 regresó a Estados Unidos, donde permaneció el resto de su vida.

 

UNA FUNDACIÓN ESPIRITUAL

 

Durante la década de 1930, Paramahansa Yogananda comenzó a retirarse algo de sus conferencias públicas en todo el país con el fin de dedicarse a las obras escritas que llevarían su mensaje a las generaciones futuras y a la construcción de una base duradera para la obra espiritual y humanitaria de Self-Realization Fellowship / Yogoda Satsanga Society of India.

Bajo su dirección, la orientación personal y la instrucción que había dado a los estudiantes de sus clases se organizaron en una serie completa de las Lecciones de Self-Realization Fellowship idóneas para ser estudiadas en el hogar.

La historia de la vida de Yogananda, la Autobiografía de un yogui, se publicó en 1946, y fue significativamente ampliada por él en ediciones posteriores. Este  best-seller perenne, se ha reeditado continuamente desde que apareció por primera vez y ha sido traducida a más de 50 idiomas. Es ampliamente considerado como un clásico espiritual moderno.

En 1950, Paramahansaji llevó a cabo la primera Convención Mundial de Self-Realization Fellowship en la sede internacional en Los Ángeles -un encuentro de una semana de duración que hoy en día atrae a miles de personas de todo el mundo cada año-. También dedicó el hermoso Santuario del Lago de SRF en Pacific Palisades, que consagra una parte de las cenizas de Mahatma Gandhi en los jardines de meditación de unas cuatro hectáreas junto al lago, el cual se ha convertido desde entonces en uno de los más importantes puntos de referencia espirituales de California.

 

 

 

AÑOS FINALES Y MAHASAMADHI

 

Los últimos años de Paramahansa Yogananda fueron dedicados en gran parte a permanecer en reclusión, mientras trabajaba intensamente para completar sus escritos – incluyendo sus voluminosos comentarios sobre el Bhagavad Guita y las enseñanzas de Jesucristo en los cuatro Evangelios, y las revisiones de las obras anteriores, como Susurros de la Eternidad y la Lecciones de Self-Realization Fellowship. También trabajó extensamente con Sri Daya Mata, Mrinalini Mata, y algunos otros de sus discípulos más cercanos, impartiendo la guía espiritual y organizativa que les permitiría continuar su obra en todo el mundo después de que él se hubiera ido.

Él les dijo:

«Mi cuerpo pasará, pero mi obra perdurará. Y mi espíritu seguirá vivo. Aun cuando ya no esté, continuaré trabajando con todos vosotros para la liberación del mundo con el mensaje de Dios”.

El 7 de marzo de 1952, el gran gurú entró en mahasamadhi, la salida consciente del cuerpo, en el momento de la muerte física, de un Maestro divinamente iluminado. Acababa de dar un breve discurso en un banquete en honor del primer embajador de la India en los Estados Unidos, el Dr. Binay R. Sen, en el Hotel Biltmore en Los Ángeles.

Su fallecimiento fue marcado por un fenómeno extraordinario. Una declaración notarial firmada por el Director del Forest Lawn Memorial-Park testificó: «Incluso veinte días después de su fallecimiento, no se apreciaba en su cuerpo desintegración física alguna. […] Este estado de perfecta conservación de un cuerpo es, hasta donde podemos colegir de acuerdo con los anales del cementerio, un caso sin precedentes. […] El cuerpo de Yogananda se encontraba aparentemente en un estado de extraordinaria inmutabilidad”.

Su fallecimiento provocó una gran profusión de reverentes expresiones de aprecio por parte de lideres espirituales, dignatarios, amigos y discípulos, de todo el mundo. El eminente Swami Sivananda, fundador de la Divine Life Society, escribió: “Una rara gema de incalculable valor, que no tiene par todavía en el mundo. Paramahansa Yogananda ha sido un representante ideal de los antiguos sabios y seres iluminados, la gloria de la India”

 

«Con motivo del vigésimo quinto aniversario de la muerte de Paramahansa Yogananda y por sus profundas contribuciones a la elevación espiritual de la humanidad, el Gobierno de la India le concedió un reconocimiento formal. Emitió un sello conmemorativo especial en su honor, junto con un homenaje que en parte que decía:

«En la vida de Paramahansa Yogananda el ideal del amor a Dios y servicio a la humanidad se manifestó en su plenitud [….] Aun cuando la mayor parte de su existencia transcurrió fuera de la India, podemos contarle entre nuestros grandes santos. Su obra continúa prosperando y refulgiendo cada vez más, atrayendo hacia la senda espiritual a personas de todas las latitudes».

 

 

 

 

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