
08 Dic SATSANGA – HERMANO NAKULANANDA
Hermano Nakulananda – Satsanga
Primera cuestión: ¿Cómo vivir una vida equilibrada?
El camino espiritual es simple, aunque no fácil. Redúcelo a un modelo simple. El lema de Gyanamata era “Sólo Dios”.
Daya Mata se hallaba con muchas responsabilidades y le preguntó al Maestro sobre cómo podría llevarlas a cabo y al mismo tiempo meditar y estar con Dios. El Maestro le dijo: “Sí, yo tengo el mismo problema”. Y a continuación dijo: “Primero, nutre el alma con la meditación”.
Llevar una vida equilibrada es un reto, tanto si estás en un ashram como si no. Lo haces lo mejor que puedes.
Sri Yukteswar: Cuando le dio al Maestro la Conciencia Cósmica, luego le puso a barrer el balcón. “No debes embriagarte con el éxtasis. Mucho trabajo hay para ti en el mundo todavía. Ven, vamos a barrer el suelo del balcón; luego caminaremos por el Ganges”.
El Maestro hace un comentario al respecto en la Autobiografía: “Traje una escoba; inferí que mi Maestro estaba enseñándome el secreto de vivir una vida equilibrada. El alma debe abrazarse a los abismos cósmicos mientras el cuerpo cumple sus obligaciones cotidianas”.
Pon a Dios primero, el alma primero, y actúa con el cuerpo.
Se dice que Santo Tomás de Aquino dividía 36 horas en 12 de meditación, 12 de sueño y 12 de estudio. No sé si es cierto, pero es una vida equilibrada.
La Convocación aporta información vasta y profunda. Pon en práctica y asimila con profundidad algunos pensamientos que realmente resuenen en ti, uno o dos.
El Maestro decía, cuando alguien buscaba su consejo: “Pon tu conciencia en el entrecejo”. En la página 610 de La Segunda Venida de Cristo, leemos “Durante el ajetreo del día, el verdadero buscador de Dios espiritualiza todas las acciones con el pensamiento fijo en el Señor, y aprende a mantener la mayor parte del tiempo la mente en el Centro Crístico, el Centro Kutastha del yogui, y advierte que el Cristo infinito derrama sobre su conciencia una oleada tras otra de sereno gozo celestial”.
Segunda cuestión: Resistencia para meditar, a ponerse excusas, etc.
Llevamos muchas encarnaciones identificándonos con lo exterior. Hay que cambiar el hábito, y lleva tiempo y esfuerzo. En la Autobiografía un poema dice así:
“Puedes gobernar un elefante loco; puedes cerrar la boca del oso y del tigre; puedes cabalgar en un león; puedes jugar con la cobra; por medio de la alquimia, podrás aumentar tu longevidad; puedes vagar por el universo sin ser conocido; puedes hacer tus vasallos de los dioses; puedes conservarte siempre joven; puedes caminar en el agua y vivir en el fuego; pero gobernar la mente, es mejor, y más difícil”.
Dios está tirando de nosotros, sólo tenemos que volvernos hacia Él.
Janakananda, cuando conoció al Maestro, era muy nervioso. En las cartas a él, el Maestro le dice: “El dardo más destructivo de Maya es la no disposición para meditar”.
Y no debemos buscar resultados, sino hacerlo para complacer a Dios.
Tercera cuestión: Si corrijo mi postura durante la meditación, ¿afecta esto a mi quietud? ¿Debo entonces no hacerlo?
Debes comprobar la postura y cambiarla si es necesario, y luego vuelves de nuevo a la quietud. Tiene que haber una total relajación para llegar a la quietud. Guruji decía que se medita mejor sin esperar resultados. Los resultados son muy sutiles.
Sólo sumérgete en Su bienaventurada presencia. Dar, dar, dar, esto es todo lo que deberíamos tratar de hacer en meditación.
Cuarta cuestión: Yama-Niyama y meditación.
Yama-Niyama es la base. Es tan esencial como las técnicas. Meditar sin practicar Yama-Niyama es estar en terreno delicado.
Somos rebeldes, porque vamos en contra de la corriente general del mundo, pero por una gran causa.
Nuestra sadhana es todo el tiempo, no sólo cuando nos sentamos a meditar.
Quinta cuestión: Si hablamos al Gurú, ¿hablamos a Dios? ¿Y por qué no hablamos directamente a Dios?
El Absoluto está más allá de la creación, es muy difícil concebirlo para nosotros.
La Ley Cósmica Divina del Gurú fue creada por Dios, el Bhagavad Guita lo señala: “¡Oh Bharata (Arjuna)! siempre que la virtud declina y el vicio prevalece, Me encarno como un Avatar. Aparezco en forma visible, de era en era, para proteger al virtuoso y destruir la maldad, a fin de restablecer la virtud”. El Gurú es un canal de Dios hacia nosotros, de Su amor, sabiduría, etc. sin deseos personales, tan sólo llevarnos de vuelta a Dios. No tiene ego. Nos enseña con su ejemplo en las experiencias del mundo.
El progreso espiritual empieza cuando encuentras al Gurú. El Gurú sólo desea de ti tu esfuerzo espiritual. Cuando invocamos al Gurú, en el entrecejo o en el corazón, por ejemplo, eso va directo a Dios.
Gyanamata señaló que el Gurú es “Dios a través de él”.
Todas las experiencias, buenas o malas, vienen a través del Gurú para ayudarnos a crecer.
Sexta cuestión: Cónyuge no espiritual y negativo. Y si le intenta convencer sobre el camino espiritual, se enfada.
Es normal que se enfade. A nadie le gusta que le impongan nada. Refórmate a ti mismo y reformarás a miles. Cada persona tiene su evolución, y a lo mejor no está preparada.
Daya Mata: no debemos decir al otro lo que tiene que hacer si no nos gusta, esto crea resentimiento. No podemos estar reaccionando a lo que hacen los demás.
El amor, la compasión, la amistad…todo esto va primero.
Séptima cuestión: ¿De qué sirve el perdón si tenemos que pagar el karma por nuestros errores?
Existe la Ley del karma, y existe el amor, que mitiga el karma.
Debemos aprender a perdonar. Siempre habrá alguien que no nos entienda o nos trate mal. Hay una historia en las lecciones sobre dos amigos. Uno le dio una paliza al otro. El que recibió la paliza lo buscaba para vengarse. Fueron atraídos hacia un mismo sitio por el odio, que también es una fuerza que une. Y se vengó. Si le hubiese perdonado, no hubiera recibido ese karma.
¡Medita para quemar las semillas de karma en la espina, esos malos pensamientos! Destruye el karma a través de la sabiduría y la meditación.
Dios siempre nos perdona, no importa lo que hayamos hecho. Así de inmenso es el amor del Dios. Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, Él elimina nuestro karma.
Si no perdonamos, nosotros somos los que sufrimos porque no tenemos paz. Esto está en el Cap. XVI del Guita. Jesús dijo que debíamos perdonar setenta veces siete. Y también debemos perdonarnos a nosotros mismos.
Una santa dijo que Dios era perfecto excepto por ser ciego y por no saber contar: no ve nuestras faltas y no cuenta cuántas veces cometemos errores.
Octava cuestión: Quiero ser monástico, pero no me es posible en esta vida ¿Qué puedo hacer para serlo en la próxima vida?
Primera pregunta que le hago a esta persona:
– ¿Por qué quieres volver a reencarnarte? Puedes llegar en esta vida si te lo propones.
Segunda pregunta:
– ¿Por qué tener una meta tan baja?
Este no es el propósito de la vida; nuestro propósito es encontrar a Dios, y siendo monástico no va a ser más fácil. Tú llevas tu karma a donde vayas, así que no pienses que es más fácil. Lo importante es la renunciación interior, no la exterior.
Lahiri Mahasaya era un yogui ideal para ser un ejemplo para todos.
Las enseñanzas son para todos. La vida monástica es bonita, pero no es mejor que otro sendero, son distintos caminos.
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