
10 Feb CÓMO ALCANZAR TUS METAS MATERIALES Y ESPIRITUALES – HERMANO CHIDANANDA
CÓMO ALCANZAR TUS METAS MATERIALES Y ESPIRITUALES – HERMANO CHIDANANDA
Convocación Mundial de SRF 2013
Es siempre un privilegio formar parte de estas Convocaciones y es verdaderamente un gran gozo estar con ustedes esta noche.
Cuando era completamente nuevo en el sendero, antes de entrar en el ashram, un día fui a meditar al templo de Encinitas. Y el asistente en la librería, aquella tarde, era una devota de muchos años, Mrs. Vickerman. Tal vez muchos de ustedes que son antiguos la conocieran. Falleció hace algunos años. Su marido era uno de los primeros discípulos kriyabanes de Guruji, Paramahansa Yogananda, desde 1923 en la ciudad de Nueva York. Esta persona era un rico propietario de una empresa que confeccionaba alfombras. De hecho, él suministró las primeras alfombras que fueron al Centro Madre. Y el Maestro le llamaba “Vicky”. Warren Vickerman. Sea como fuere, ese día en el que entré en la librería, Mrs. Vickerman, que era la viva imagen de esa clase de individuos muy ricos y de clase elevada de Nueva York, cogió, sin preámbulo alguno, “Susurros de Eternidad” y sin ningún preámbulo, leyó estas bellas y poderosas palabras: “Deja que cada latido de mi corazón sea una nueva palabra en mi eterno canto de amor por Ti. Que cada sonido de mis labios lleve las secretas vibraciones de Tu voz. Deja que cada uno de mis pensamientos esté saturado del gozo de Tu presencia. Deja que cada acto de mi voluntad esté impregnado con Tu divina vitalidad. Ornamenta con Tu gracia cada uno de mis conceptos, expresiones y ambiciones”. Y luego se volvió hacia mí (yo nunca me había encontrado con ella antes) y era la única persona en la habitación; se volvió hacia mí y dijo con un tono de voz que sugería que no sería tan estúpido como para estar en desacuerdo con ella, y dijo: “Esto es la mismísima definición del entusiasmo”. Bueno, nunca después de eso he tenido preguntas sobre cuales son nuestras metas materiales o espirituales.
A menudo me gusta empezar estas charlas recordando las palabras de Paramahansaji a los que iban a sus charlas sobre las enseñanzas. Él les decía: “Si practicarais una millonésima parte de las cosas que os digo en estas reuniones, llegaríais a Dios”. Una millonésima parte. Y en esta clase nos centraremos en una práctica específica, habrá una serie de ideas, pero nos centraremos en algo específico que cumplirá esa promesa. Por supuesto, tengo que “ganarme la vida”, hablando durante una hora completa. Así que todos tendrán que esperar a que lleguemos allí.
Pero comencemos, por favor únanse todos, visualizando este escenario, Esto sucedió cuando Paramahansaji volvió a la India en 1935. Y durante su estancia, visitó en Calcuta uno de los ashrams de la orden de Ramakrishna, y uno de nuestros monjes se encontró con una persona que estuvo allí, en esa ocasión, en 1935. Y esta persona recordaba que cuando Guruji entró en la habitación dijo: “Todo lo que veo es esta increíble luz, esta increíble intensa luz que entra en la habitación, y que emite tal gozo, tal poderosa bienaventuranza”. Y había un kirtan en el que los músicos estaban tocando en la habitación, y dicen que durante dos horas Guruji estuvo completamente absorto bailando y bailando, repitiendo una y otra vez: “¡Ma, Ma ki Jai!” – Madre Divina, victoria a la Madre Divina – “¡Ma, Ma ki Jai!”. Y cuando llegó el momento de partir, él estaba tan absorto en eso que tuvieron que sacarlo para llevarlo al coche.
Bien, para mí, eso dice para mi casi todo acerca de cómo lograr nuestras metas materiales y espirituales. Lo que quiero decir es: ¿qué más podríamos desear? Y podemos tenerlo. Cada uno de nosotros, aplicando las técnicas que vamos a mencionar en esta clase. Saben, incluso con solo tres palabras, él era capaz… ¡Ma, Ki Jai!, tres palabras, él era capaz de abrir un cosmos entero de amor y bienaventuranza. Ahora pueden comenzar a comprender porqué el pudo decir: “Si practicaras una millonésima parte de lo que te he dado, tú también podrías lograrlo”. Todos nosotros podemos lograr eso.
Una vez, hubo un hombre que entró en una librería y le dijo a la dependiente que estaba buscando algo para hacer un regalo, quería comprar un libro para un amigo que estaba en el hospital y estaba muy enfermo. La mujer que estaba al otro lado del mostrador, le preguntó, de forma muy empática: “¿le gustaría entonces que le recomendara un libro religioso?”. Él contestó inmediatamente: “Oh no, no está tan mal” (risas)Bueno, aquí en SRF tenemos algunos libros religiosos, pero nosotros les llamamos libros sobre “cómo vivir”. Saben, el Maestro introdujo este concepto del arte de vivir. Y a menudo decía que la gente necesita aprender este arte sobre cómo vivir. Y pueden imaginarse como en aquellos momentos en los que él comenzó a introducir estas ideas, esta gente, y probablemente muchas personas hoy en día tengan la misma actitud y digan: “Bien, yo sé cómo vivir, y puedo cuidar de mí mismo. Tengo un buen trabajo, mi familia come tres buenas comidas al día y soy capaz de comprar a mis hijos los mejores uniformes cuando vuelven a la escuela, incluso fuimos de vacaciones a Hawai este año, quiero decir a un retiro en Hawai. Yo sé cómo vivir”. Bueno, ¿realmente es eso así? Eso fue lo que Job pensaba. Esa historia de Job en el Antiguo Testamento, es una de una de las más grandes y más poderosas historias de éxito en la literatura mundial. Y probablemente la conozcan. Realmente no trataba de pasar de la pobreza a la riqueza, sino de la riqueza a la pobreza y luego de vuelta a la riqueza. Porque Job lo tenía todo: Tenía propiedades, familia, buena salud, era muy bien respetado en su comunidad. Y entonces, ya saben la historia, no voy a entrar en los detalles porque no es importante para esto…, entonces, perdió todo. Y la historia comienza cuando él está gimiendo ante Dios, diciendo básicamente “¿Por qué a mí?” Probablemente esto nos resulte familiar a muchos de nosotros. Dirigiéndose a Dios: “¿Por qué te has llevado todo? He hecho todo correctamente, ¿por qué has hecho este mundo tan injusto? No es justo, con tanto sufrimiento, dolor y angustia. El caso es que Dios quería que Job saliese de esa conciencia de victima, para que aprendiera verdaderamente lo que nuestra Sri Gyanamata puso en palabras cuando dijo: “Las dificultades desarrollan el acero en los músculos de nuestras almas. Sin ellas nos volveríamos como pastelillos de nata (débiles e incapaces), buenos tal vez, pero no para nada más”. Y esto es lo que el Señor estaba tratando de transmitirle a Job en respuesta a sus preguntas “esto no es justo” y “¿por qué a mí? Y la Biblia, la historia nos dice: “El Señor le contestó a Job desde un torbellino. Yo (Chidananda) podría hacer una voz como un torbellino, pero tendrán que utilizar su imaginación y sentir la energía y el poder que surgían de aquel torbellino. Dios primero le dijo a Job: “¿Qué es esto, esa afirmación tan oscura, en palabras sin conocimiento?” En otras palabras: “¿Quién es este idiota totalmente despistado que quiere decirme a Mí cómo hacer Mi trabajo?”. Bueno, la versión de la Biblia King James es mucho más elegante, pero… de hecho nuestra presidenta Mrinalini Mata le hizo esa pregunta, muy similar, al Maestro una vez. Y es sorprendente lo similar que fue la respuesta. Ella le estaba diciendo esto, durante un período en el que Guruji había tomado un montón de karma de los devotos y lo estaba quemando en su propio cuerpo; él estaba pasando por un período de tremendo sufrimiento físico. Y ella, naturalmente estaba angustiada, igual que los demás discípulos que le servían y que estaban a su alrededor. Y un día ella no pudo más y “estalló” y dijo: “Pero Maestro, esto es tan injusto, ¿por qué la Madre Divina permite esto?” Y ella comenta, bueno pensé que él respondería con un “gracias por tu simpatía” o me daría un amable discurso sobre la sabiduría de por qué las cosas suceden así. Él no hizo eso, ella comentó. Me miro y con una voz muy severa dijo: “Primero conviértete en la Madre Divina y entonces podrás criticarla”, y continuó diciendo, “cuando te conviertas en la Madre Divina, actuarás exactamente como Ella lo hace”.
Así que esto es verdaderamente lo que el Señor le estaba diciendo a Job. El Señor continuó: “Yérguete como un hombre, porque te lo exijo, quiero que me respondas. ¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos de la tierra? Dímelo, si es que eres tan sabio. ¿Quién tomó las medidas de todo, si es que lo sabes? ¿Dónde se originaron esos cimientos? O ¿Quién puso la piedra angular cuando las estrellas de la mañana cantaron juntas y los hijos de Dios gritaron de alegría?”. ¡¡Que pasaje tan emocionante!! Imagínenselo, tan solo imagínenselo, lo diferente que serían nuestras vidas si en cada situación tuviéramos esa conciencia en la que pudiéramos ver y apreciar cómo las estrellas de la mañana cantaron juntas y los hijos de Dios gritaron de alegría. Como un místico cristiano que tuvo esa misma percepción dijo: “Da alabanza por todas las cosas. Alaba todas ellas”.
Ahora bien, esto es literalmente incomprensible para nosotros en la conciencia normal. Decir que todo el caos, todo el dolor, toda la angustia, todo el sufrimiento ¿está bien de verdad? Y mucho menos ¿que sea causa para gritar de alegría? Cualquier persona normal diría que esto es una locura, algo delirante. Bueno, esa normal, así llamada persona normal, es alguien cuyo sistema nervioso es tan ruidoso que ahoga completamente ese divino canto de la creación. Sin sadhana, el sistema nervioso es un lugar muy ruidoso y un lugar de mucha confusión. De hecho, el yoga nos enseña que todo nuestro dolor, toda nuestra confusión, todo nuestro sufrimiento surgen del ruido, o la estática, podríamos decir, que nuestros sistemas nerviosos no sintonizados introducen en el canto divino de la creación.
Pienso que todos ustedes saben que esta palabra sadhana, significa la disciplina espiritual, el sendero de la práctica espiritual, que seguimos en la vida diaria: la meditación y las actitudes espirituales, disciplinas espirituales, con las que nos hemos comprometido. Y me gusta pensar en eso, me gusta pensar en el proceso completo de sadhana en una forma muy práctica – podríamos pensar que significa hacer que el sistema nervioso vuelva a estar en sintonía. Sintonizar el sistema nervioso. El Maestro dijo: “Podemos convertirnos, convertir nuestra vida cotidiana de hecho, para vibrar con la canción del infinito. Espiritualízate, de modo que la melodía divina pueda fluir por tu vida, sin importar cuales sean tus actividades externas”. Espiritualízate significa: conviértete en Espíritu. Eso es sadhana.
A Guruji, como probablemente sepan, a través de leerlo, le encantaban las palabras interesantes. Y solía jugar con ellas. Se divertía mucho con ellas y las usó de una manera magistral para transmitir profundamente las verdades espirituales de forma potente y motivadora. Y aquí les menciono una, que tiene que ver con nuestro tema, viene en el último capítulo de la Autobiografía de un yogui: Apoteosis. Viene de la palabra “teos” que significa Dios. Literalmente significa elevación al estatus divino o deificación. Así que la forma en que usa esta palabra en el último capítulo de la Autobiografía, él dice: “Vida tras vida, cada persona progresa a su propio ritmo, aunque sea errático, hacia la meta de su propia apoteosis”. ¡¡Qué afirmación!! No sólo define cual es nuestra meta, esa realización de nuestra divinidad, de nuestra innata divinidad, sino que dice que al final lo lograremos. Lo lograremos, sin importar lo erráticos que podamos ser a lo largo del camino. ¿No es esto acaso algo a lo que nos podamos agarrar por ánimo e inspiración? Para mí sí lo es. En otras palabras, literalmente, no podemos perder, incluso cuando en ocasiones pueda parecer que sí lo hacemos.
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