
18 Ago ADVERTENCIA DEL HERMANO TURIYANANDA
ADVERTENCIA DEL HERMANO TURIYANANDA
Para aquellos que estén en el camino espiritual, no piensen que tienen amnistía porque estén en el mundo, y que buscar a Dios sólo sea una vocación para monjes y monjas, y que por tanto, no tienen que cumplir con las leyes por las que los monjes y monjas tienen que vivir. Pero, ¿saben? los maestros han venido aquí para decirnos la verdad y una verdad que no se acepta fácilmente. Sri Daya Mata ha sido monja durante sesenta años y ha alcanzado la conciencia cósmica y habló sin cesar de una cualidad mental que debe desarrollarse. La importancia para el logro espiritual de la comprensión adecuada y la actitud correcta hacia la vida. No puedes alcanzar la liberación y evitar la reencarnación hasta que tengas la comprensión adecuada. Es algo que hay que tomarse muy en serio.
¿Tienes dificultades para meditar? Entonces sabe esto. Nuestra reacción emocional humana hacia la vida misma nos impone incesantemente la realidad de la conciencia humana. Ésta, ante cada condición cambiante produce distracciones; por eso no podemos concentrarnos en nuestra meditación. Si cualquiera de nosotros pudiera enfocarse en el punto entre las cejas de inmediato, veríamos un vasto océano de luz justo frente a nosotros, un océano que está justo detrás de la pantalla de nuestros pensamientos y sentimientos que brotan de la mente subconsciente.
¡Oh Krisna! ¿Qué le sucede a una persona que no tiene éxito en el yoga, alguien que ha tratado de meditar devotamente, pero que no ha podido controlarse porque su mente se le escapa durante la práctica del yoga? ¿Perece un yogui, como una nube dividida, si no encuentra el camino a Brahmam (Espíritu) – estando así sin refugio en Él y sumido en el engaño, desviado de ambos caminos, el de la unión con Dios y el de las actividades correctas? ¡Quita para siempre todas mis dudas, oh Krishna! Porque nadie excepto Tú puede desterrar mis incertidumbres.
INTERPRETACIÓN ESPIRITUAL: El devoto desalentado, en la oración más profunda, recurre a Dios como el poderoso Médico Cósmico que es el único capaz de curar la enfermedad profundamente arraigada de las dudas materiales.
El bendito Señor dijo: ¡Oh Arjuna, hijo Mío! Alguien que ejecute buenas acciones nunca se encuentra con la destrucción. Ya sea en este mundo o en el más allá, ¡no cae en malas condiciones!
INTERPRETACIÓN ESPIRITUAL: Arjuna recibe aquí una maravillosa respuesta del Divino Preceptor. Esta estrofa del Bhagavad Guita se erige como un monumento de inspiración para todos los yoguis sinceros que no han logrado unir sus almas con Dios debido a las obstrucciones que surgen de las acciones prenatales y posnatales. El yogui caído que ocasionalmente ha tenido éxito en experimentar la bienaventuranza superior de su alma no puede olvidarla; bien sabe que no hay comparación entre el gozo divino siempre nuevo y los groseros placeres de los sentidos. El yogui trata de sublimar el deseo antinatural por el placer de los sentidos en el deseo natural por la alegría del alma.
Dios anima en esta estrofa a todos los devotos a buscar su herencia divina natural. El yogui imperfecto, a pesar de los fracasos, trata de recuperar su memoria de la divinidad. Una vez que el devoto ha probado la bienaventuranza superior del alma, su corazón se convence de la inferioridad de los placeres de los sentidos. No importa cuántas veces un yogui sincero caiga en el camino del yoga, lucha de nuevo hacia su Meta. El devoto que realiza acciones meritorias desarrolla memoria divina y buen karma que lo impulsan a buscar la liberación en esta vida o en el más allá. El recuerdo de la dicha divina de la práctica del yoga permanece alojado en su mente subconsciente. Si no es capaz de encontrar la liberación total en una vida, en su próxima encarnación, el recuerdo oculto de sus pasadas experiencias de yoga brota en forma de inclinaciones espirituales.
El Maestro dice que hay tres cosas principales para tu liberación; la profundidad de tu meditación, la ayuda de tu gurú y la gracia de Dios. No hay otra forma de lograrlo. Sin embargo, es bastante difícil cuando solo tienes el veinticinco por ciento de tu libre albedrío para trabajar (el otro 75% viene determinado por nuestro karma). ¿Te imaginas cuando tratas de meditar, y te das cuenta de que tienes una mente automática y que ni siquiera puedes controlarla, o tienes un auto y ni siquiera puedes detenerlo? Tienes que quedarte en ese coche, y no puedes salir de él durante setenta años, o los que sean, y ese coche va y viene constantemente y no puedes controlar hacia dónde va, por eso el cuerpo es el vehículo y el lunático detrás del volante es la mente y tú y yo somos las almas, es como si estuviésemos en un callejón sin salida. Nunca llegamos donde queremos ir porque la mente lunática no escucha, y dice: “lo siento, estoy programada, tengo mi propia programación”. El Maestro explicó muy claramente que el principio de la meditación del yoga se puede lograr a través de un proceso firme de purificación para liberarnos de todas las características humanas creadas por la mente subconsciente y que debemos aprender a sintonizar nuestra conciencia con una mente superior o intuitiva que todo lo sabe, la supra-conciencia del alma. En otras palabras, cuando automáticamente te vuelves bueno, estableces tu conciencia en el alma donde ya están todas las cualidades. No tienes que pulir tu ego, tienes que dar un paso más y más hacia tu supra-conciencia a través de la meditación constante.
Las leyes de atracción y repulsión no son más que las leyes del magnetismo que regulan todo el universo con sus miles de millones de galaxias y sistemas solares. Esta atracción y repulsión ata nuestra conciencia al nivel inferior de conciencia. Es a través de estas leyes fundamentales de la vida por las que nos encontramos satisfaciendo nuestros deseos conscientes o subconscientes que buscan ser satisfechos, y que son conocidas como las leyes de causa y efecto o karma. Dado que estas atracciones y aversiones son realmente las generadoras de los deseos que conducen a la vida inferior, naturalmente nos mantienen atados al mundo inferior donde la conciencia se encuentra bajo las mayores limitaciones. La atracción que uno siente hacia cualquier persona o aspecto de la conciencia material se da cuando cualquier tipo de placer o felicidad se deriva de una persona o un objeto. Es natural que nos sintamos atraídos de esta manera, porque el alma en cautiverio, habiendo perdido la fuente directa de ananda o bienaventuranza interior, busca a tientas la bienaventuranza en el mundo externo y cualquier cosa que pueda proporcionar, aunque sea una sombra de esto, felicidad o bienaventuranza ordinaria, se vuelve querido para ella. Todo lo que estamos tratando de agarrar afuera es por lo que hemos perdido dentro de nosotros mismos, ya sea a través de las drogas, el alcohol, el sexo, el dinero, el poder o la posición, tratando de recuperar esa dicha que hemos perdido, pero no podemos. Este es un mundo efímero donde el péndulo cambia sin cesar de ritmo; aquí no se puede agarrar nada, desaparece, es un espejismo
Si nos sentimos atraídos por una persona u objeto, siempre encontraremos en nuestra indagación, que la atracción se debe a algún tipo de placer, físico, emocional o mental. Podemos volvernos adictos a un tipo particular de comida porque nos resulta agradable; nos apegamos a una persona porque obtenemos de ella algún tipo de placer físico o emocional.
Todas las experiencias humanas pasan por un péndulo conocido como la escala dual de maya que equilibra cada placer con un dolor. Debemos lidiar con la salud y la enfermedad, la alegría y la tristeza, el dolor y el placer, el éxito y el fracaso, por lo tanto, ¿cómo sales de aquí? Al ascender gradualmente a través de la columna vertebral, comienzas a moverte más y más alto, hasta que te inmovilizas en el punto entre las cejas y ya no te ves afectado por la dualidad. Este estado centrado es Kriya Yoga.
Esto es lo que tú y yo somos; la historia de tu vida y la mía y nos reencarnamos hasta que por fin hemos entendido lo que se nos está contando. Mientras quieras seguir creando deseos como, me gusta esto, no me gusta aquello, estás atascado. La repulsión nos une tanto como la atracción, y como dije antes, el odio es más fuerte que el amor en este planeta. Un profesor de la Universidad de Columbia descubrió que solo hemos conocido doscientos sesenta y cinco años de paz en tres mil años.
La respiración con sus dos corrientes de atracción positiva y repulsión negativa son totalmente responsables de la esclavitud de nuestra conciencia. En el momento en que naces, cuando sales de tu madre y respiras por primera vez, esto es lo que te sucede; la afluencia de las innumerables corrientes cósmicas a través de la respiración provoca la inquietud en la mente, eso significa que en el momento en que nacemos, la mente toma el control, la respiración toma el control y nos venda los ojos por completo. Es el aliento humano el que ata el alma al cuerpo.
No es evidente que la exhalación y la inhalación resultantes de las dos corrientes espinales en lucha le den a los hombres la percepción del mundo externo. El aliento dual es la tormenta que crea olas rebeldes de sensaciones en el lago de la mente. Esta sensación también produce conciencia del cuerpo y dualidad y borra la conciencia del alma unificada. No hay sustituto, o llevas una vida mundana y no te importa la meditación o puedes llevar una vida mundana y aun así meditar. Ahí está la elección, si todavía meditas y estás profundamente involucrado con el mundo, en última instancia, Dios vendrá a rescatarte. Cuando dices “Señor, me he quedado atrapado en innumerables deseos que ahora debo cumplir, ayúdame a deshacerme de ellos lo más rápido que pueda”.
El Maestro nos dice que la respiración nos vincula con el mundo fenoménico fugaz, y que para escapar de las penas de la transitoriedad y entrar en el reino dichoso de la realidad, el yogui debe aprende a calmar la respiración mediante la meditación científica. Sin embargo, la meditación por sí sola no es suficiente, la profundidad de la meditación está íntimamente relacionado con la actitud de los vínculos emocionales de la mente y, ahora llegamos al centro de tus gustos y aversiones en la vida, hacia las personas, las situaciones y la comida. Esos son los grandes campos de minas magnéticas que atraen hacia ti todo lo que te gusta y lo que no te gusta y cuando el yogui se vuelve completamente neutral, al liberarse de esas dualidades, ¿qué clase de estado es ese? Es un estado muy hermoso.
Si quieres escalar el Eiger, la montaña más alta y mortífera de Suiza, no vas a cargar con cien kilos a la espalda, tienes que aligerar el peso. Tienes que hacerle lugar a Dios y ojo, si dices “bueno en esta vida tengo demasiadas responsabilidades, tengo demasiados deseos” no digas “no puedo hacerlo, di que no lo haré”. Por lo tanto, cada uno de nosotros tarde o temprano llega a la conclusión de que tenemos que seguir las instrucciones (que nos da el Maestro), es decir, no me vengas diciendo “no quiero volver a reencarnar”, porque te lo voy a repetir de nuevo; si no quieres reencarnar tendrás que seguir las instrucciones del Maestro. Tendrás que conquistar la muerte a través de pranayama y pratyahara antes de abandonar el cuerpo porque ese estado exaltado de meditación requiere que estés en un estado sin aliento, lo que significa que cuando comienzas a meditar ya no respiras por períodos de tiempo. Ahora bien, no olvides que no estás luchando solo, cuando haces el más mínimo esfuerzo Dios viene a rescatarte pero tienes que estar dispuesto a ser constante y no decir “Tengo una meditación terrible, no obtengo ningún resultado, yo no siento nada, no escucho nada, no veo nada.” Puedes decir eso durante cien años. Tienes que dejar de decir eso. Di: “Me entrego a Dios”, entonces no te preocupas por lo que se te va a dar. Si tienes que esperar cincuenta años en meditación sin resultados, sigue igualmente, para demostrarle a Dios que lo quieres a Él y sólo a Él.
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